Antes de comenzar los poemas de Garcilaso, convendría repasar las teorías sobre el amor en las composiciones líricas:
la teoría del amor espiritual
amor platónico, o espiritual, afirmaba
que, al igual que la gente está unida en su común humanidad gracias
al amor, de esa
misma forma todas las partes del universo se mantienen unidas por los
lazos del amor compasivo» . Lo anterior, basándose en los Diálogos
platónicos, sostenía que el amor platónico era un amor
centrado en la belleza del carácter y en la inteligencia de una
persona, y no en su apariencia física. No obstante, es un amor
únicamente presente en el mundo de las Ideas, donde se considera
perfecto e incorruptible. Según Platón, en la realidad no es
posible alcanzar la pureza de este sentimiento.
Sin embargo, hoy día se utiliza la
expresión “ amor platónico” para referirse a todo aquel amor
que es ideal, imposible de llevar a la práctica, inalcanzable. Esta
concepción es demasiado popular e incluso errónea.
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El comentario completo quedaría así:
COMENTARIO DEL SONETO V
Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.
En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.
Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.
Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.
LOCALIZACIÓN
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.
En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.
Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.
Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.
LOCALIZACIÓN
Esta composición lírica es una de las mejores y más
conocidas del poeta toledano Garcilaso de la Vega (1501-1536), introductor, junto con Boscán,
de la lírica renacentista de influencia italiana y máximo exponente de este
movimiento poético durante la primera mitad del siglo XVI. Garcilaso representa
al perfecto cortesano renacentista del que hablaba Baltasar de Castiglione,
pues conjuga en su persona “armas y letras”. Considerado como el primer poeta
moderno por su tratamiento del tema amoroso, cultivó una poesía intimista,
melancólica, cuyo estilo se caracteriza por la claridad, la naturalidad y el
buen gusto.
Su producción literaria,
exclusivamente poética, es breve; en metros italianistas: tres églogas, dos
elegías, cinco canciones, una oda, una epístola y treinta y ocho sonetos. El
poema que nos ocupa es el soneto XXIII y está dedicado probablemente a Isabel
Freyre, dama portuguesa de la reina y musa de su poesía. Este poema lírico,
perteneciente a su época de plenitud (iniciada a partir de 1532), demuestra el
perfecto manejo del arte italianista que poseía Garcilaso.
TEMA
En cuanto al tema del soneto que nos ocupa, observamos que es la
descripción del sentimiento amoroso del poeta hacia una mujer. Por ello,
aparece ya desde el primer verso los distintivos del emisor (mi) y la
destinataria de tan exaltada composición (vuestro). Catáforas de
los repetitivos yo y vos (este último, evidenciando la época en
que fue escrito el poema, s.XVI), de los versos siguientes: 2,3,9,... En todo
momento, la amada es la responsable del nacimiento de ese sentimiento (vos
sola lo escribisteis), lo que le confiere unas cualidades que la elevan por
encima de los demás seres (amor platónico). Esta forma de tratar el
asunto amoroso se relaciona, asimismo, con la poesía petrarquista. Y
alcanza su punto más alto, en el segundo cuarteto, al vincular el amor hacia
esa mujer con la fe. Igualmente, y contrapuesto a lo antes mencionado, el
hombre, es un ser pasivo, que se ve obligado a amarla por la fuerza de
ese sentimiento que genera ella (yo lo leo/tan sólo; yo no nací sino para
quereros).
ESTRUCTURA
( En el caso de un soneto es frecuente que la estructura interna y externa coincidan )
ESTRUCTURA
( En el caso de un soneto es frecuente que la estructura interna y externa coincidan )
Si analizamos el poema, en su
estructura interna distinguimos:
a) vv.
1-4: Descripción de cómo su amada lo abarca todo en él. Desbordamiento total
del sentimiento que le profesa. Está en su alma (v.1) y, por tanto, controla su
cuerpo, su mente, su raciocinio, su voluntad. Dueña de su ser y actos. No tiene el poder de crear, solo de
describir (pese a la conciencia de creadores que tienen los artistas en el
siglo XVI).
b) vv.
4-8: Intemporalidad de su amor. Admiración hacia ella, lo que sus ojos ven
sobrepasa su entendimiento pero le hace bien, esto le lleva a ejercitar la fe
como medida equilibrante. La fe que se necesita para creer en la perfección de
Dios, es necesaria ahora para poder creer la perfección de la dama.
c) vv.
9-11: Su razón de vivir. Su alma ya no está desnuda, ella es su vestimenta, su
adorno, su acabado. No hay soledad.
d) vv.
12-14: Agradecimiento de que su vida y muerte le pertenezcan. Ve a la mujer en
un plano superior. Se habla con un lenguaje religioso: pone su vida bajo la
voluntad de su amada.
y Y LA ESTRUCTURA EXTERNA ;
y Y LA ESTRUCTURA EXTERNA ;
Se suele tomar el soneto como un texto
poético de carácter argumentativo, en el que se presenta una idea (aquí,
primer cuarteto); se desarrolla (segundo cuarteto y primer terceto) y se
concluye (última estrofa). Entre los cuartetos, esta relación temática se
comprueba en este caso con el uso del anafórico esto (vv.4 y 5). Como ya
ha sido explicada la idea principal en el párrafo anterior, nos detendremos
ahora en fijarnos en qué elementos dotan de cohesión al poema.
ANÁLISIS DE LA FORMA (PARTIENDO DEL CONTENIDO )
ANÁLISIS DE LA FORMA (PARTIENDO DEL CONTENIDO )
(MÉTRICA)
En lo que respecta a la métrica, el
soneto está formado por dos cuartetos y dos tercetos, compuestos por versos
endecasílabos, de arte mayor. Su rima es consonante. Su esquema métrico es 11A,
11B, 11B, 11A; 11A, 11B, 11B, 11A; 11C, 11D, 11E; 11C, 11D, 11E.
(ANÁLISIS PLANO FÓNICO, MORFOSINTÁCTICO Y SEMÁNTICO)
(Plano
fónico: RECURSOS LITERARIOS)
Todo el soneto supone
una hipérbole o exageración de la presencia de la amada en la vida del poeta.
Sin embargo no es una exageración que sobrepase los límites del equilibrio.
Empieza adentrándose en la espiritualidad del hombre, no se
acoge a ninguna referencia carnal sino a espiritual: lo eterno (alma). No es un
amor carnal, físico sino una adoración. En el primer verso destaca un
hipérbaton Escrito está en mi alma vuestro gesto. Dos posibles
intenciones son: darle un sentido más lejano al tiempo: “Está escrito” (frase
del evangelio) y destacar gesto, una metonimia que representa a la
amada. En el primer cuarteto destaca el juego entre yo y vos,
ella escribe, él lo lee. Ella ejecuta, él obedece. Se remarca con el
encabalgamiento abrupto del tercer verso que resalta el verbo leo: el poeta no
es creado, solo cuenta lo que ya existe: la belleza que le supera.
En el
quinto verso utiliza el verbo presente y futuro para explicar lo eterno de su
amor estoy y estaré siempre. Los adverbios de cantidad Tanto y Cuanto,
que constituyen una aliteración, agrandan los conceptos. Retóricamente expresa
la superioridad de la mujer que ama sobre él con la expresión “no cabe en mí”.
Usa la fe como respuesta a su impotencia: muestra su religiosidad, para ello,
el v.7 es otro hipérbaton que ensalza el verbo creo.
En el
primer terceto destaca la palabra “hábito” que aquí se ajusta a la vestimenta,
al recubrimiento de lo que está destapado, pero también a la costumbre de estar
amándola todos los días en la distancia, desde el secreto. Además la
personificación mi alma os ha cortado a su medida es una
personificación. Equipara el alma con un sastre para seguir jugando con la
metáfora del hábito. No nací sino para quereros del v.9 habla de la
predestinación de una persona en su vida: querer, misión que cumple en el v.11.
El último terceto es una alegoría que
representa la gratitud del poeta hacia la dama por haber otorgado sentido a su
vida. Utiliza, pues, la alegoría: vida-muerte en pago a esa gratitud. Además
resalta la anáfora por vos de los vv. 13 y 14. Su nacimiento (ya
repetido en el v. 9) –como persona, amante y poeta- se lo debe a su dama. Y
seguramente su muerte -si la dama no corresponde- también. Este último terceto
es una sentencia que resume el contenido del soneto completo.
(PLANO
MORFOSINTÁCTICO)
Hay un gusto por el juego verbal,
ya que, por un lado, un mismo verbo se conjuga en personas e incluso
tiempos diferentes: escribir (vv.1,2,3); querer (vv.9,11); morir
(verso final). Por otro, se refuerza aquello que se desea expresar en el verso
mediante la estructuración sintáctica bimembre (vv.5, 14), la
antonimia (escribisteis-leo; nací-muero), la repetición (nací
–vv.9,13; tengo vv.-12,13) y la sinonimia: no entiendo-creo (
tomando como base que “tener fe es creer aquello que no se entiende”).
Sintácticamente, llama la
atención que el hipérbaton más abundante sea el que traslada el verbo
principal al final de verso (vv.2,3,6,7,11) así como, la asíndeton
(general en todo el poema) y el paralelismo-enumeración de los dos
versos finales, cuyo significado se puede explicar a la luz de la repetida palabra
clave: alma (vv.1,10,11). Donde prende el sentimiento amoroso
(iniciado por el sentido de la vista –v.5) y que es lo que le da el verdadero
sentido –vital- al enamorado (ella ha cortado a su medida lo que no
cabe en él al contemplar a la mujer: su hermosura y perfección, tanto
bien). De aquí, la misión última (por vos he de morir y por vos muero)
de este remozado servicio de amor renacentista.
(PLANO SEMÁNTICO: localizar campos
semánticos)
El
tema del texto condiciona el uso de sustantivos y adjetivos relacionados con el
amor y la fé. De esta forma encontramos teérminos relacionados con lo divino:
alma, fé; también con lo terrenal: vida, muerte; y como no con el amor: deseo,
gesto, quereros, quiero.
(CONCLUSIÓN)
A
modo de conclusión, se
puede decir que Garcilaso de la Vega coloca a su amada en un lugar por encima
de él mismo y que, como dice en este soneto, vive y muere por ella. Ya no es
Dios quien controla su vida, sino su dama. Ésta, marca la personalidad y la
vida del poeta.
Otros comentarios resueltos de Garcilaso:
http://lenguaenlasnorias.blogspot.com.es/2012/07/comentarios-texto-examen-junio.html
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