domingo, 5 de junio de 2016

COMENTARIOS DE TEXTOS ; GUÍA PARA REALIZAR EL COMENTARIO



OJO : Para comenzar el comentario de textos, deberás recordar que EL TEXTO NO ES UN PRETEXTO para poner en el papel todo lo que sabes sobre un autor, su obra, su época, etc. Además DEBERÁS EJEMPLIFICAR  tus afirmaciones y cuando incluyas una VALORACIÓN deberá estar basada en argumentos y datos firmes, que puedan verse en el texto y no en apreciaciones subjetivas de rechazo o adhesión al texto.


Aunque estemos en 4º, habrá que tener en cuenta que, desde ahora, nos familiarizaremos con unos puntos básicos que siempre trabajaremos en los comentarios:

- TEMA DEL TEXTO
- RESUMEN DEL CONTENIDO
- ESTRUCTURA DEL TEXTO
- COMENTARIO CRÍTICO

Estos son los puntos fundamentales del Comentario en Bachillerato, siempre partiendo de un texto PERIODÍSTICO O LITERARIO  ( según la legislación actual).


Para que podamos realizar en 4º ESO un comentario de texto similar al que se nos pedirá en el Bachillerato, vamos a resumir QUÉ ES LO QUE SE NOS PIDE EN CADA APARTADO DEL COMENTARIO( después veremos los ENUNCIADOS, PUNTUACIÓN y  CRITERIOS DE CORRECCIÓN):


 . Con esta prueba debéis demostrar que sabéis:

     . Comprender, analizar e interpretar un texto.

   . Expresar las ideas del texto con claridad,  precisión y madurez.

    . Ofrecer las ideas de forma ordenada, con coherencia y corrección lingüística.

    . Emitir un juicio crítico ofreciendo vuestra opinión sobre lo que el texto dice, asintiendo, discrepando o matizando su contenido.    


Recuerda que no hay dos comentarios iguales, aunque deberás respetar los enunciados y las orientaciones que se te han dado. Deberás practicar mucho y consultar las dudas a tu profesora.

¡ Ánimo y mucha suerte!


   QUÉ DEBES SABER Y HACER PARA LOGRAR UN BUEN COMENTARIO:

 
 1    1.  Lectura comprensiva ( OJO : ES UNA FASE PREVIA, NO ES UN APARTADO DEL COMENTARIO)

    Antes de analizar el texto debemos leerlo con atención. Podemos realizar una lectura rápida para obtener una visión global del contenido. A continuación, procederemos a una lectura lenta para subrayar y esquematizar las ideas fundamentales del texto. Puede resultar muy útil emplear los márgenes del texto para hacer anotaciones y apuntar todo aquello que nos vaya sugiriendo el texto: ideas fundamentales de cada párrafo, temas tratados, razonamientos que nos agraden, molesten o nos llamen la atención… Este es también el momento adecuado para resolver las dudas léxicas. 

 2. Resumen del contenido del  texto

      Un buen resumen debe ofrecer las ideas fundamentales del texto de forma coherente,  breve, precisa, clara y lingüísticamente correcta. Para ello, es necesario eliminar los ejemplos y anécdotas y quedarnos con lo fundamental.  Ahora no debes incluir tus opiniones sino ofrecer las ideas claves del texto. Procura que tu redacción posea un estilo propio y en ningún caso copies o repitas frases textuales.

       3. Tema del texto 

     Debes escribir la idea fundamental del texto, expresada de forma objetiva, breve, clara y precisa

        4. Estructura del texto 

    Las ideas de un texto aparecen con una determinada ordenación. Es conveniente que expliques cómo ha procedido el autor y cómo ha jerarquizado esas ideas, cómo las ha enlazado (partiendo de lo concreto para acabar en lo general o viceversa; girando siempre en torno a una idea principal, etc). Es lo que se denomina tipo de estructura.
 
           Las estructuras más frecuentes son:

a)      Deductiva o analizante, de lo general a lo particular.

b)      Inductiva o sintetizante, de lo particular a lo general ·

c)     Encuadrada, comienza por una idea principal y, tras mostrar otras ideas secundarias, finaliza volviendo de nuevo a la idea principal.

d)     Paralela, todas las ideas son igual de importantes y se desarrollan al mismo tiempo.


      5. Tipología textual y caracterización lingüística ( SI NO SE PREGUNTA EN EL COMENTARIO, PUEDE MENCIONARSE EN EL APARTADO SIGUIENTE, PERO DE FORMA BREVE, PARA QUE NO CAIGAMOS EN "EL TEXTO COMO PRETEXTO").

         Determinaremos razonadamente a qué tipología textual pertenece el texto que analizamos: narrativa, expositiva, argumentativa…  Señalaremos también  quién es el autor del texto, en qué ámbito ha aparecido (periodístico, humanístico, científico) y cuáles son sus destinatarios.

     En la caracterización lingüística señalaremos los rasgos lingüísticos del texto, ofreciéndolos de forma organizada, explicándolos y poniendo ejemplos.

 6. Comentario crítico



     Debemos partir de las ideas expresadas por el autor en el texto para desarrollar nuestro propio punto de vista sobre los temas planteados. No se trata de un comentario de la estructura del texto,  ni del análisis de la forma o los recursos estilísticos. Es un comentario crítico y sobran, por tanto, los análisis lingüísticos, literarios o estructurales.

     Se trata de exponer nuestro juicio crítico, razonando sobre lo que el texto expone, asintiendo, disintiendo o matizando su contenido. Ahora es cuando deben surgir, de manera ordenada, nuestros puntos de vista sobre el tema, relacionando los conocimientos que aporta el texto con nuestros propios conocimientos. Las mejores herramientas para este fin son la reflexión y la asociación

         

     Elaborar un comentario crítico no consiste en ofrecer expresiones del tipo: Me ha gustado mucho este texto, estoy completamente de acuerdo con el tema planteado, yo puntuaría el texto con un 7…

    

     Elaborar un comentario crítico consiste en:

     - Analizar desde un punto de vista crítico las ideas expuestas en el texto.
     - Reforzar las tesis expuestas por el autor con argumentos propios o refutar las ideas del texto a partir de las nuestras.
     - Relacionar el tema con otros temas y con otros autores que lo hayan tratado también.
     - Relacionar el texto con lecturas, ensayos, películas,... que hayas leído o visto y que traten el mismo tema, desde el mismo o desde otro punto de vista.
 

      Para redactar el comentario crítico, ten en cuenta los siguientes consejos:

 

a.   Antes de elaborar nuestro comentario crítico debemos  interpretar las ideas del texto (¿Qué ha querido decir el autor? ¿Estamos de acuerdo o no? ¿Por qué?), analizar los argumentos empleados (¿De qué manera ha intentado convencernos el autor? ¿Lo ha conseguido? ¿Qué otros argumentos podría haber empleado? ¿Qué contraargumentos podemos aportar nosotros?). Podemos elaborar un esquema previo con las ideas fundamentales que desarrollaremos en el comentario crítico. Partiremos del tema que hemos señalado en el análisis teniendo en cuenta las ideas que hayamos destacado como principales o interesantes.

 

b.  Al redactar nuestro texto seguiremos la estructura de un texto expositivo-argumentativo: 

 ( ojo: no es necesario que nombres cada apartado: es suficiente con ponerlos en párrafos diferentes. Enumerarlos supondría algo como especificar subapartados dentro de otro comentario y esto no queda muy bien)

. INTRODUCCIÓN (un párrafo). Hay que comenzar diciendo escuetamente cuál es el tema del texto, exponer brevemente la postura del autor. Se puede hacer un planteamiento del tema desde datos no introducidos en el texto, ya sea por generalización de ese asunto, o bien por particularización (partiendo de algo que el alumno haya vivido, visto, oído: libros, películas, anécdotas…).

 

       . MI TESIS  (un párrafo). En este párrafo debemos enunciar nuestra postura sobre el tema, con claridad y concisión. Lo que aquí se diga va a dar coherencia a todo el comentario. Es decir, vamos a explicitar nuestra tesis, teniendo en cuenta que esta puede ser convergente (de acuerdo con la postura del autor) o divergente (en desacuerdo con la postura del mismo).

 

         . ARGUMENTACIÓN (dos párrafos). Aquí vamos a argumentar nuestra tesis, mostrando las razones que apoyan nuestra posición. Los argumentos que se aporten se pueden poner en relación con los del texto pero tenemos que ofrecer argumentos propios y originales. Debemos expresar nuestra posición ante lo expuesto por el autor, bien sea corroborando, refutando o matizando lo que aparece en el texto.  Por lo tanto, el texto solo se debe mencionar de trasfondo para decir algo nuevo, no para repetir la información.

  

    . CONCLUSIÓN (un párrafo).  Aquí  elaboraremos un párrafo de cierre en el que podemos reforzar nuestra tesis, demostrando nuestra madurez y personalidad.

                 

       c. En general, sé respetuoso con el autor del texto. Suele ser una persona informada y que conoce bien (probablemente mejor que tú) el tema que trata.


      d. Así pues, no intentes ser demasiado polémico. Más bien matiza las opiniones expresadas en el texto. Es mejor valorar lo que aporta el texto y lamentar sus carencias (siempre hay algo positivo y algo negativo que decir) que estar totalmente en desacuerdo o deshacerse en elogios. En cualquier caso,  tus opiniones han de fundamentarse en argumentos convincentes, sólidos y razonados, apoyándote en tu propia experiencia. No digas las cosas porque sí. Trata de relacionar las ideas expuestas con otros elementos de la realidad (lecturas, películas, acontecimientos históricos…)
 

  e. No te limites a explicar de nuevo lo que dice el texto, porque se supone que eso ya lo has hecho antes. Este apartado no se reduce sólo a hacer una valoración del contenido estricto del texto, sino que también permite incorporar nuevas reflexiones que el texto te haya sugerido.

 
     f. Aprovecha lo que has aprendido en clase (Filosofía, Lengua, Historia, Física, etc.) para apoyar tus argumentos y fundamentar tu opinión. Recuerda la importancia de los criterios de autoridad en los textos argumentativos. Así, para avalar tu tesis puedes usar citas (del texto, de otros textos del mismo autor o de otro origen), poner ejemplos, hacer referencias a otras autoridades en la materia, ofrecer informaciones recientes sobre el tema...

    g.  Debes  ofrecer tus ideas con claridad y coherencia, sin renunciar a cierto grado de originalidad. Huye de palabras que desconozcas,  emplea un léxico variado, cuidando la organización sintáctica y textual.


     h. Nunca emplees el texto como  pretexto para comentar cuestiones secundarias o ajenas al tema. Céntrate en el comentario ofreciendo argumentos razonados y bien elaborados.

      i. Cuando el texto lo permita, demuestra que tienes asumidos valores como el respeto, el aprecio y la solidaridad hacia aquellos colectivos discriminados socialmente por razones sexuales, económicas, lingüísticas, étnicas, etc. No pierdas de vista los valores de una sociedad democrática, tales como la libertad de expresión y la tolerancia, así como los derechos humanos básicos recogidos desde hace más de 50 años en la carta de Naciones Unidas. Evita cualquier apología de la violencia, el terrorismo, la dictadura, la xenofobia o el fascismo.  Evita los comentarios  agresivos o categóricos.

 
     j. Cuando desees evitar alusiones directas, puedes emplear el plural de modestia, las preguntas retóricas (¿No es acaso cierto que...?) o las oraciones impersonales y pasivas (Se suele comentar…; Se considera que...). - Evita el empleo de frases hechas, muletillas, expresiones coloquiales, etcétera.

    k. Puedes usar alguno de estos adjetivos para referirte al texto objeto de comentario: interesante, sugerente, útil, oportuno, adecuado, conveniente, enriquecedor, iluminador, cautivador, atractivo, motivador, novedoso, acertado, mesurado, razonable, ecléctico, crítico, abierto, razonado, dialogante, bien enfocado, bien argumentado, sólido, apasionado, esclarecedor, clarificador, moderado, vehemente
    O bien: tópico, recurrente, insulso, decepcionante, fallido, tendencioso, manipulador, peligroso, parcial, desmesurado, oportunista, desenfocado, ambiguo, demagógico, clásico, ingenuo, repetitivo…

     O también: abre perspectivas, sintetiza bien el problema, describe bien la situación, argumenta sin fisuras, estrecho/amplio de miras…

     l. Emplea marcadores textuales variados y adecuados: de adición, oposición, causalidad, organización del discurso, reformulación, etc

PUNTUACIÓN, CRITERIOS DE CORRECCIÓN Y ORIENTACIONES ESPECÍFICAS SOBRE QUÉ PONER EXACTAMENTE EN CADA APARTADO DE LA PRUEBA DE PAU


- Duración: 90 minutos

- A partir de un texto literario o periodístico inicial se plantearán las siguientes preguntas:

Bloque de comunicación (60% de la puntuación, 6 puntos):

Pregunta 1: Señalar y explicar la organización de las ideas contenidas en el texto (1,5 puntos).

Pregunta 2: 2.a. Indicar el tema del texto (0,5 puntos).

2.b. Resumir el texto (1 punto).

Pregunta 3: Comentario crítico del contenido del texto (3 puntos)

Criterios específicos para la calificación de las preguntas:

 

Pregunta 1.

 

Se otorgará un máximo de 1,5 puntos a la explicación adecuada de la organización de las ideas del texto si:

- Se identifican las ideas del texto.

- Se expone la organización de las ideas

- Se determina y explica, en su caso, el tipo de estructura textual existente.

Se reducirá la puntuación cuando:

- Se trate de explicar o interpretar el contenido del texto.

- Se enumeren simplemente las ideas por orden de aparición.

- No se observen las partes del texto y la función de cada una de ellas.

Pregunta 2.

 

Se calificará con un máximo de 0,5 puntos la mención correcta del tema y con un máximo de un 1 punto el resumen correcto del texto.

- La mención del tema, para lograr el máximo de 0,5 puntos, implica su expresión de forma concreta en pocas palabras.

- El resumen debe ser breve, completo y objetivo, y se calificará con un máximo de 1 punto si recoge el sentido del texto y las ideas esenciales del mismo.

Se reducirá la puntuación cuando:

- La respuesta omita una parte esencial del texto, aunque evidencie comprensión suficiente del mismo, o cuando se centre sobre algún aspecto secundario.

- Se produzca traslación literal de parte del texto o de su totalidad.

- Se extienda de forma excesiva e incluya detalles secundarios o irrelevantes.

- Se limite a una simple mención del tema.

- Parta de una comprensión errónea del sentido del texto.

 

Pregunta 3.

 

 Se concederá un máximo de 3 puntos al comentario que se ciña a las ideas y contenidos del texto, y que aporte una valoración crítica. La máxima puntuación se concederá cuando en el comentario se ponga de manifiesto:

- La interpretación correcta del sentido del texto y su intención.

- La exposición del punto de vista del alumno sobre las ideas esenciales del mismo. Puede referirse al texto en general o a cualquiera de sus aspectos.

- La expresión de juicios de valor sobre el texto de forma argumentada. Para ello, se puede:

• Apoyar, destacar o precisar algunas afirmaciones.

• Matizar, contradecir…

• Ampliar la información con otros argumentos propios, causas o consecuencias.

• Relacionar con otros casos o situaciones conocidos por el alumno, u otros ejemplos de similar problemática.

• Sugerir o proponer posibles soluciones o alternativas a los temas planteados.

No se considerarán válidos:

• Análisis lingüísticos textuales: tipología del texto, procesos de comunicación existentes.

• Valoraciones exclusivas del estilo empleado (su corrección, belleza, alcance, etc.).

• Explicaciones redundantes del contenido: repetición de los argumentos empleados por el autor/a o copia literal sin aporte de visión personal.

• Valoraciones y opiniones personales no justificadas.

• Exposiciones teóricas o cualquier análisis formal del texto o de crítica literaria.
 

OBSERVACIONES PARA LA ELABORACIÓN DEL COMENTARIO CRÍTICO


Por comentario crítico se entiende una valoración personal del texto mediante criterios objetivos y explícitos. Consiste, por tanto, en la expresión de juicios interpretativos y valorativos del texto. Tanto la interpretación del texto como la valoración han de fundamentarse en razones y argumentos convincentes.

El comentario crítico no es un resumen, ni volver a copiar el texto con otras palabras, ni una impresión subjetiva, laudatoria o detractora. Es dar una respuesta a las cuestiones que plantea el texto. Por eso, consiste principalmente en destacar, afirmar, negar u objetar algo a lo expuesto y, para ello, es necesario tener una opinión sobre el tema, tener una mínima información. Para llevar a cabo esa valoración, el alumno deberá confrontar las ideas expuestas en el texto con la visión personal que tiene sobre el mismo.

Para facilitar la transición de las preguntas 1ª y 2ª, evitando reiteraciones innecesarias en la 3ª, y para facilitar que el comentario se desarrolle en fases progresivas y articuladas, se sugiere que se adopten los pasos siguientes:

1. Adopción por parte del alumno de un determinado punto de vista (perspectiva objetiva o subjetiva) ante el tema básico o la tesis desarrollada en el texto.

2. Confrontación del punto de vista adoptado con las ideas, juicios, razonamientos, etc., desplegados por el autor en el proceso del discurso.

3. Conclusión sintética y personal (objetiva o subjetiva, razonada por supuesto, y ajena a opiniones arbitrarias).

En cualquier caso, deben evitarse errores tan frecuentes como:

- Expresar impresiones personales de agrado o rechazo sin justificar.

- Limitarse a expresar la adhesión o rechazo al texto con “un estoy de acuerdo con lo que dice...”.

- Reproducir un esquema fijo, predeterminado e inadecuado en la interpretación texto, pues ello supone que muchos de los apartados a los que se intentan responder queden vacíos de contenido.

- Entender crítica como censura.

- Aprovechar el texto para el desarrollo del tema de teoría o historia de la literatura.

- Fórmulas memorísticas, estereotipadas, comentario previo, prescindiendo del texto.

- Intentar encontrar los errores de coherencia o cohesión que no existen en el texto.

- Volver a contar, de forma más extensa, el resumen del texto.

- Pretender hacer un ejercicio de crítica literaria (plano fónico, léxico, morfosintáctico...).
 

PARA PRACTICAR O CONSULTAR COMENTARIO RESUELTOS .....

https://2bachilleratolengua.jimdo.com/comentarios-de-texto/2-algunos-comentarios-resueltos-de-la-pau/

el siguiente incluye repaso de teoría y práctica y es del Ministerio:

http://recursos.cnice.mec.es/lengua/alumnos/comentario_textos/

https://manojitos-de-mirra.webnode.es/lengua-castellana-y-literatura-bachillerato-/selectividad-textos-y-tipos-de-preguntas/examenes-de-la-pau-comentados/


http://www.juntadeandalucia.es/economiayconocimiento/sguit/examanes_anios_anteriores/selectividad/sel_Orientaciones_lengua_castellana.pdf


http://iesazucarera.es/attachments/article/3971/Esquema%20para%20comentario%20de%20textos%20period%C3%ADsticos.pdf


Puedes ver una breve presentación:

https://es.slideshare.net/normrg/comentariotextos




GUÍA PARA UN COMENTARIO LITERARIO
 
(tarea previa)
Ante todo deberás realizar una  LECTURA COMPRENSIVA.
Consiste en la lectura detenida y comprensiva del texto. Conviene tomar notas en un borrador o sobre el propio texto. Hay que leer varias veces hasta estar seguros de haber comprendido el sentido literal y el connotativo.
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1. CONTEXTUALIZACIÓN, LOCALIZACIÓN O ADECUACIÓN
  • Relaciona la obra con el autor, su vida y su obra.
  • Sitúala dentro del contexto histórico e ideológico de su tiempo.
  • Relaciona la obra con el contexto literario (época o movimiento literario) y con las características del género al que pertenece. Debes mencionar sólo aquellas que influyen directamente en el texto u obra que vas a comentar.
  • Si lo que analizas es un fragmento, ubícalo dentro de la obra a la que pertenece y relaciona ésta con el resto de la obra del autor. Indica también fecha, época, corriente literaria o influencias.
  • Analiza/menciona todos los aspectos que sean importantes: intención del autor, destinatario, clase de escrito, punto de vista del narrador/voz poética... 
2. TEMA
Establecer el tema es delimitar la idea central que origina y da sentido al texto. Hay que prescindir de los datos anecdóticos.
  • Determina el tema o temas presentes. Si aparecen tópicos literarios deberás mencionarlos y explicarlos. (La formulación de los temas ha de ser breve y concisa)
  • Relaciona el/los tema/s con el periodo literario y con la producción del autor
  • Resume brevemente el argumento.
  • Si se trata de un texto poético, alude al emisor y al receptor poéticos.
  • Si se trata de un texto narrativo, menciona los brevemente los elementos constituyentes de este tipo de texto: punto de vista (narrador), personajes, espacio y tiempo. (Después los ampliarás en el comentario)
  • Si es un texto teatral, deberás mencionar el espacio, tiempo, las acotaciones (si las hay) y los personajes que intervienen. Haz también referencia al tipo de diálogo que mantienen: respuestas rápidas, lentas, monólogo, aparte…
3. ESTRUCTURA
3.1 ESTRUCTURA EXTERNA ( es la apariencia externa, formal, que adopta el texto : estrofas, párrafos, capítulos , escenas, actos, etc.)
  • Si se trata de un texto poético, realiza el análisis métrico: medida, rima, estrofa, poema…(SI SE REALIZA AHORA EL ANÁLISIS MÉTRICO, NO LO REPITAS OTRA VEZ EN EL APARTADO ´"ANÁLISIS")
  • Si es un texto narrativo, indica cuántos párrafos o capítulos lo forman
  • Si es un texto teatral indica los cambios de escena o de acto y los diferentes planos que aparezcan: apartes, conversaciones cruzadas...
3.2. ESTRUCTURA INTERNA(partes en las que se articula o desarrolla el contenido: es como el esquema mental, el guión que ha planeado y ha seguido el autor con un orden para comunicar sus ideas, su mensaje)
  • Divide el texto en partes teniendo en cuenta el desarrollo lógico del contenido, la evolución del los temas. Para hacer la división puedes tener en cuenta diversos factores:
  • Las estructuras propias de los géneros y de los modos de elocución: por ejemplo, narración (planteamiento, nudo y desenlace, estructura circular, final abierto, etc.) texto teatral (monólogo, diálogo rápido, aparte…) exposición (exordio, narración, argumentación, epílogo)…
  • La división en párrafos o estrofas
  • Los conectores textuales
  • Los cambios de tema
  • El uso de los tiempos verbales…
4. ANÁLISIS DE LA FORMA PARTIENDO DEL CONTENIDO
Siguiendo el los apartados que has propuesto en la estructura interna, comenta el desarrollo de los temas que se da en las diferentes partes explicando no sólo qué se dice, sino también cómo se dice.
EN LA POESÍA PUEDES Es la parte más extensa del comentario. Describe la relación entre el contenido del poema y los recursos estilísticos presentes en el texto. Tienes que analizar la lengua del texto, los recursos fónicos, morfosintácticos, semánticos y estilísticos y relacionarlos con el desarrollo del tema y con la intención del autor.
  • Para que no olvides nada, aquí tienes algunas de las cuestiones lingüísticas y estilísticas que siempre debes tener presentes y que te ayudarán a determinar la estructura y el desarrollo temático de un texto:
    • Aspectos fónicos: modalidades oracionales, métrica y peculiaridades fonéticas.
    • Aspectos morfosintácticos: personas y tiempos verbales, estructuración sintáctica (conectores), abundancia de adjetivos, sustantivos o verbos:
      • Análisis de los sustantivos (concreto, comunes, abstractos...)
      • Análisis de los adjetivos (especificativos, epítetos, sensoriales, evocativos, ponderativos…)
      • Análisis de los pronombres (personas gramaticales, uso enfático, afectivo…)
      • Análisis de los determinantes y verbos
      • Estudio de la sintaxis (por ej., en una descripción impresionista predominan las oraciones breves, simples o yuxtapuestas; en un argumentación retórica, los periodos son largos y subordinados.)
    • Aspectos léxico-semánticos: campos semánticos predominantes, tecnicismos, neologismos, cultismos, presencia de mitos o tópicos, connotación o denotación. Estudio del registro lingüístico…
    • Aspectos estilísticos: Debes señalar las figuras retóricas o estilísticas que aparecen en el texto y relacionarlas con el contenido: aliteraciones, comparaciones, metáforas, repeticiones...
    • Aspectos textuales: los modos de elocución (narración, descripción, diálogo, argumentación...)
    • Tipo de lenguaje: culto, común, coloquial...
5. CONCLUSIÓN Y SÍNTESIS
Valora el texto teniendo en cuenta los aspectos más relevantes que habrás comentado arriba. Debes resumir con un breve texto las cuestiones que más te hayan llamado la atención por su fuerza expresiva, por su originalidad y representatividad.


Otros tipos de guiones más extensos se verán en el Bachillerato, por ejemplo:

http://recursos.cnice.mec.es/lengua/alumnos/comentario_textos/comentario_literario_de_textos.htm



miércoles, 1 de junio de 2016

Góngora y Quevedo : enemistad literaria. Versos satíricos y burlescos .






https://gongoraquevedo.wordpress.com/

TEXTOS PERIODÍSTICOS : GUIÓN PARA EL COMENTARIO

En primer lugar, lee en el siguiente enlace el comentario de textos periodísticos:

https://docs.google.com/document/d/1O0FVji0tTPq7N0NUUamtZxtrI0CQ_Aa6BU3jeuQIK58/edit

Pincha aquí para ver CÓMO DEBES HACER EL COMENTARIO de un texto periodístico:

http://es.slideshare.net/reglisanchez/plantilla-para-el-comentario-critico-de-un-texto-periodistico


Ejemplos de textos periodísticos  ( UNA COLUMNA PERIODÍSTICA): ejemplo tomado de fuente:
http://www.letralibre.es/2010/11/texto-periodistico-y-modelo-de.html

A continuación resumimos el comentario para adaptarlo a nuestro nivel de 3º ESO. Hemos dividido el comentario en apartados para facilitar su elaboración. Además no olvides que debes poner ejemplos de todas las características que nombres : EJEMPLIFICA : DE LO CONTRARIO UTILIZARÁS EL TEXTO COMO PRETEXTO y la nota final no será buena.
Título : SELECTIVIDAD 


Los resultados de la prueba de selectividad de este año revelan, al menos en Cataluña, que la media de alumnos ha obtenido un suspenso en matemáticas aplicadas, en ciencias sociales, en lengua y literatura, en física y química. La estadística de que dispongo no indica qué asignatura es un coladero de tal calibre que ha permitido que el 87% de los alumnos presentados haya aprobado con una nota media de 5,8.

El fenómeno no es nuevo ni nos pilla desprevenidos y las voces que reiteran la gravedad de la situación lo hacen con aire desesperanzado. El mundo es cada día más competitivo y nosotros más incompetentes. Supongo que se refieren a nuestra incompetencia en el terreno de la ciencia y la tecnología, cosa que a mí me preocupa poco. Que la mayoría no pase el examen de química tiene una importancia relativa. Sólo se necesita un número determinado de químicos para atender las necesidades de la comunidad. Al resto nos basta con saber que el detergente de la lavadora no debe ingerirse.

Más preocupante es el pobre resultado obtenido por los estudiantes en el apartado de lengua, porque considero importantísimo que todo el mundo sea capaz de entender y expresar de palabra y por escrito ideas que vayan más allá de lo visceral y lo estrictamente deportivo, y esto, aunque nadie lo crea, sólo se aprende estudiando. Pensar que una cosa es hablar y escribir y otra distinta la gramática es un error muy extendido. Para comprobarlo sólo hay que acudir a los medios de difusión, donde advertirá que, aparte de algunos profesionales, el ciudadano se expresa como un protozoo. En el lenguaje oral, los gritos y los desplantes, algunos acentos locales, la imitación de defectos físicos y un casticismo barato disimulan la magnitud de la catástrofe. Por escrito, ni eso. Frente a esta situación, los políticos encogen sus anchos hombros. La enseñanza es un problema insoluble: alumnos reacios, profesores deprimidos, presupuesto insuficiente y un plan de estudios enmarañado e ineficaz. Sí, el resultado es malo, pero otros años fue peor. El mismo razonamiento que se aplica, por estas mismas fechas, a los incendios forestales. Y expuesto con un rigor y una elocuencia que en la prueba de selectividad sacaría, con suerte, un 3 pelado.

MENDOZA, Eduardo: Selectividad. EL PAÍS, 12-VII-2004

COMENTARIO DEL TEXTO PERIODÍSTICO ( SOLUCIÓN):
 
(INTRODUCCIÓN)

Nos encontramos frente a un texto periodístico, pues se caracteriza por transmitir la información de una manera inmediata (la fecha del texto demuestra esa inmediatez de la información en relación a los hechos contados o comentados), por tratar temas conectados con la realidad (en este caso, el pobre dominio de nuestra lengua demostrado por los resultados del examen de selectividad), y su intención de homogeneizar y orientar ideológicamente a los destinatarios (el autor claramente pretende convencernos de la necesidad de expresarnos correctamente).
 
(GÉNERO PERIODÍSTICO: ARTÍCULO DE OPINIÓN)

En cuanto al género,  el texto pertenece a los denominados de interpretación, ya que el periodista cuenta los hechos (malos resultados de Selectividad) y los comenta mostrando su preocupación sobre todo por el fracaso concreto en el área de lengua. Se trata, por consiguiente, de un artículo de opinión, concretamente una columna, dada su breve extensión en la que predomina la subjetividad del emisor (“considero importantísimo”, tercer párrafo) y una clara finalidad didáctica, pues el escritor nos invita a reflexionar sobre el mal uso que hacemos de nuestra lengua. Por otra parte, el artículo no se somete a una rígida estructura y está firmado por un escritor de renombre, ajeno suponemos a la plantilla del periódico en que aparece el texto y que mantiene el interés a lo largo del escrito.

(CLASE DE ESCRITO: EXPOSITIVO- ARGUMENTATIVO)

El autor emplea la técnica expresiva de la exposición-argumentación, como corrobora el que informe sobre los hechos (el pésimo empleo de la lengua) y lo argumente (“Los resultados de la prueba de selectividad” , línea 1; “el ciudadano se expresa como un protozoo”, tercer párrafo). Como argumentaciones esenciales, recurre al apoyo proporcionado por las estadísticas (párrafo primero), a la analogía con el fracaso en otras áreas del saber (química, por ejemplo), a los ejemplos seleccionados de los medios de comunicación (tercer párrafo), a la desmotivación generalizada en el terreno de la enseñanza (tercer párrafo), etc. Son precisamente estas argumentaciones las que contribuyen también a dar coherencia y sentido al texto, ya que la defensa de la idea del autor se construye en torno a ellas.

Continuando con la coherencia, la tesis o tema defendido por el autor y que se constituye en el eje sobre el que gira todo el contenido del texto, se encuentra al principio del tercer párrafo, donde se defiende la necesidad de que todos sepamos entender y expresar correctamente las ideas y el único medio de aprenderlo es estudiando. En el presente caso, se han empleado como centro de interés de la información hechos culturales en relación con acontecimientos de actualidad (los resultados de selectividad).

La postura del autor ante el tema queda fijada ya en el primer párrafo como una mirada escéptica ante el dramático tema del mal empleo que hacemos de la lengua. Esta postura está presente en todo el texto e igualmente contribuye a darle coherencia.
( ESTRUCTURA DEL TEXTO)

El texto, estructurado externamente en tres párrafos de desigual extensión, se organiza internamente en tres apartados:

Planteamiento. Comprende todo el primer párrafo y nos informa de que, pese a los malos resultados generales de selectividad, los alumnos –gracias a alguna asignatura coladero- han obtenido una nota media de 5,8.

Desarrollo (párrafo segundo y casi la totalidad del tercero). El autor expone los posibles motivos de tan nefastos resultados y su preocupación por los mismos, sobre todo en lo que atañe a la lengua.

Conclusión (seis últimas líneas). El autor apela con desesperanza a los que únicamente podrían resolver tal situación: los políticos y todos los sectores implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

El título escueto del escrito (“Selectividad”) alude a un hecho concreto que ha constituido el detonante para la reflexión expresada por el escritor; por tanto, está perfectamente relacionado con el texto y resulta muy significativo.

(REGISTRO LINGÜÍSTICO O NIVEL DEL LENGUAJE)

El código está utilizado en su registro estándar, pues no presenta grandes variaciones sociales ni dialectales y se dirige, por tanto, a un lector muy heterogéneo, el lector de prensa, a quien aplica un tratamiento respetuoso que confiere al texto cierto grado de formalidad, como demuestra el uso de la tercera persona verbal en “advertirá” (tercer párrafo). En este sentido, se puede decir que existe adecuación entre el mensaje, el código y el registro lingüístico( REGISTRO FORMAL O CULTO) empleado.

El enfoque del autor es claramente subjetivo, tanto por la postura escéptica ante el tema, como por la selección de ejemplos que lleva a cabo (examen de selectividad, medios de comunicación…). Dicha postura subjetiva se manifiesta mediante distintos mecanismos de modalización: expresiones que denotan el grado de certeza con que se afirma lo dicho (“Que la mayoría no pase el examen de química tiene una importancia relativa”); la valoración negativa que hace de la realidad comentada mediante el léxico empleado (“Más preocupante es el pobre resultado…”); y la ironía presente en las últimas líneas del texto.
 

En cuanto a la propiedad textual de la adecuación, comenzaremos mencionando que el emisor del texto emplea la primera persona verbal (“la estadística de que dispongo”, párrafo primero) haciéndose presente en todo momento, y manifiesta su conocimiento del mundo mediante el empleo de datos tomados inmediatamente de la realidad (la estadística de selectividad, la situación en los centros de enseñanza, etc.), alusiones a diferentes áreas del saber (química, gramática…), el empleo de tecnicismos científicos (“protozoo”)… Este conocimiento del mundo se muestra también a través del empleo de una cita en estilo indirecto encubierto (“El mundo es cada día más competitivo y nosotros más incompetentes”, segundo párrafo), pues desaparece el verbo de lengua y se añade una expresión citativa (“las voces que reiteran la gravedad de la situación”, segundo párrafo).

(FUNCIONES DEL LENGUAJE: REPRESENTATIVA, EXPRESIVA, ...)

La función lingüística que predomina, además de la representativa (“Los resultados de la prueba de selectividad de este año revelan…”), es la expresiva, ya que el texto refleja las creencias y opiniones del autor (“Pensar que una cosa es hablar y escribir y otra distinta la gramática es un error muy extendido”).
 
( MARCADORES Y CONECTORES TEXTUALES)

El autor no utiliza muchos nexos ni marcadores para dar cohesión al texto. Para lograrla, ha recurrido fundamentalmente a los verbos en tiempo presente (“revelan”, “indica”, “es”, etc.). Además, emplea el párrafo partido, es decir, expresa una misma idea en dos párrafos unidos por expresiones de transición (“Más preocupante…”, que facilita visualmente la lectura apresurada del receptor de prensa. También encontramos la recurrencia presente en el sustantivo “fenómeno” que enlaza directamente con la curiosa contradicción expuesta en el primer párrafo; la repetición de la misma palabra (“resultados”). También sirve de cohesión el uso de deícticos de primera persona (“dispongo”, “me preocupa”, “considero”…),  plural inclusivo (“El fenómeno no es nuevo ni nos pilla desprevenidos”) mediante el cual el emisor implica al destinatario en su propia opinión.
 (RECURSOS LITERARIOS O FIGURAS)

El estilo del autor está marcado por el uso de las siguientes figuras:
 
estructuras paralelísticas de sustantivo más adjetivo (“en matemáticas aplicadas, en ciencias sociales”, “alumnos reacios, profesores deprimidos, presupuesto insuficiente”
 y bimembraciones (“en lengua y literatura, en física y química”), recursos ambos que, junto con el asíndeton o falta de nexo final contribuyen a prolongar en la mente del lector la enumeración de materias en las que los estudiantes han fracaso
. También utiliza la metáfora “qué asignatura es un coladero” y la antítesis “el mundo es cada día más competitivo y nosotros más incompetentes” para expresar de forma plástica el contrasentido expuesto en el primer párrafo entre los resultados obtenidos en cada área y la nota media final. La comparación “el ciudadano se expresa como un protozoo” acentúa el nefasto uso que se hace de la lengua al identificar la expresión del ser humano con la de un animal microscópico, degradando mediante esta técnica esperpéntica a la persona que así se expresa.
 (LÉXICO)

El léxico se encuentra en consonancia con el tipo de registro utilizado que es el estándar, aunque con algún uso coloquial (“coladero”, “encogen sus anchos hombros”), mezcla característica del artículo de opinión. También es fundamental el empleo de oraciones enunciativas, como corresponde a un texto que pretende informar.
( CONCLUSIÓN)

En conclusión, el texto es periodístico, es un artículo de opinión o columna, en la que el autor refleja asiduamente sus opiniones sobre los más diversos temas. En esta ocasión, refleja su preocupación por el deterioro y empobrecimiento de nuestra expresión lingüística. Se puede decir que el tema es de rigurosa actualidad, pues cuando se publica el texto apenas acaban de conocerse los resultados de selectividad y es este examen el que sirve como elemento de reflexión del mal uso que hacemos los hablantes de la lengua.




http://lenguayliteratura2bach.blogspot.com.es/2009/02/comentario-de-una-columna-periodistica.html


http://www.letralibre.es/2010/11/texto-periodistico-y-modelo-de.html



COMENTARIO DE TEXTO DE UN EDITORIAL


RIENTACIONES PARA EL COMENTARIO DE TEXTO

 1. APROXIMACIÓN.

            ·        Leer el texto una primera vez con la intención de comprender su contenido y clarificar las palabras o estructuras que puedan entrañar alguna dificultad.

·        Numerar las líneas de cinco en cinco para poder consignar dónde se produce un determinado fenómeno.

·        Leer el texto una segunda vez, con mayor detenimiento, al tiempo que se subrayan o apuntan aquellos elementos destacables o interesantes para la interpretación y la construcción del texto.

·        Determinar de qué tipo de texto se trata (descriptivo, narrativo, expositivo, argumentativo, conversacional) y a qué género pertenece (artículo periodístico, reseña, debate, conversación, etc.).

·        Determinar los datos generales del texto: quién es su autor, en qué obra aparece (periódico, programa de televisión, etc.), lugar y fecha de emisión o de publicación. Frecuentemente, conviene buscar datos adicionales referentes al contexto que puedan ser relevantes (información sobre el autor, la obra o el texto general donde se incluye, época y movimiento  si se trata de una obra literaria- elementos extralingüísticos que puedan aparecer, etc.).

2. PLANIFICACIÓN DEL COMENTARIO.

            ·        Establecer el tema del texto.

·        Concretar su estructura (partes y contenido de cada parte).

·        Hacer una lista de las características que se han observado.

·        Hacer un esquema de comentario. Se deberá basar en la distinción entre aspectos esenciales y secundarios, de manera que los segundos se vinculen a los primeros.

 3. REDACCIÓN DEL COMENTARIO.

            ·        Redactar el comentario teniendo en cuenta que es un texto expositivo. Por tanto, hay que disponer una estructura de tres partes: introducción (datos sobre el texto, tipo de texto, género, etc.); desarrollo, donde se traten los aspectos de las tres propiedades del texto; y una conclusión donde se sinteticen las ideas más importantes presentadas.

·        Conviene no olvidar que la finalidad del comentario es explicar el contenido y las características discursivas y lingüísticas de un texto con la intención de provocar una reflexión del receptor. No se trata de explicar conceptos teóricos sino de aplicarlos con una finalidad concreta: la del análisis.



         JOSÉ MARÍA GUELBENZU

Adiós, 'glamour'

 

 

Ahora que al mundo del cine lo acusan de repetitivo, de insustancial, de vivir a costa de remakes, de comedias tontas y de explosiones, llamaradas y toda clase de efectos especiales, no dejo de pensar en lo que fue el mundo de las estrellas hasta hace apenas treinta años, quizá menos. Porque lo cierto es que las llamadas estrellas de la pantalla han desaparecido del firmamento del cine. ¿Qué estrellas? Bien, estoy pensando en actores como Cary Grant, James Stewart o John Wayne, o en estrellas como Ava Gardner, Audrey Hepburn o Lana Turner. La verdad es que nadie les exigió ser grandes actores o actrices, aunque unos lo fueran de verdad y otros se limitaran a repetir su personaje. De hecho ha habido grandes actores (Charles Laughton, por ejemplo) que no alcanzaron la popularidad o el gancho de las estrellas, pero eso era sencillamente porque las estrellas eran otra categoría y lucían como tales por encima de cualquier otra consideración.

 

La verdad es que aquél era un mundo de una falsedad total en el que nadie era lo que parecía, pero también es cierto que sólo unos cuantos seres de origen humano entre muchos miles alcanzaron la categoría de estrellas. Y si alguien me pregunta qué tenían esos elegidos que no tuvieran los demás, sólo les puedo responder con una palabra: glamour.

 

Por lo general, las estrellas de hoy se caracterizan por ser efímeras o por ser sustituibles. Un año resulta ser la reina de las pantallas Cameron Díaz y cuando ya la tienes localizada resulta que ahora la reina es Jennifer Anniston; y apenas unos meses más tarde la reina es una tal Angelina Jolie, pero luego abres el Tentaciones de la semana siguiente y resulta que la que manda es la hija de Goldie Hawn, que ya ni me ha dado tiempo a enterarme de cómo se llama.

 

Los tiempos cambian, qué duda cabe, y también cambia la velocidad de crucero de los acontecimientos. Los músicos o los actores responden a necesidades simples, a representaciones inmediatas. No hay dos Lou Reed, pero hay centenares de Britneys Spears, y por eso son tan fugaces; hoy todos los ombligos van al aire. ¿También cambian los sueños? Las estrellas, los mitos, responden a deseos y originan sueños. El culto actual a la velocidad, a la prisa, al logro urgente, favorece el intercambio urgente, pero no permite el tiempo de reposo que necesita un símbolo para conformarse; quizá tenga que ver con la diferencia que existe entre un modelo y un espejo: el primero es un resumen de ejemplaridad, del orden que sea; el segundo se limita a reproducir nuestra imagen.

 

No diré que confundo a Gwyneth Paltrow con Cameron Díaz, pero sí diré que, más o menos, me da lo mismo una que otra. La diferencia es escasa, el repertorio también y la imagen responde a un mismo estereotipo. También era un estereotipo la rubia, pero ¡vaya si se distinguía a Lana Turner de Marlene Dietrich! El problema está en que las estrellas eran símbolos y aun mitos, y las estrellitas actuales son chicas y chicos en todo semejantes a los espectadores que les contemplan. ¿Democracia? ¿Igualitarismo? Me temo que la razón es el puro ejercicio de la compraventa. 'Cómprese a sí mismo' vienen a decirte. ¿Y las estrellas qué eran si no? Pues lo mismo, en efecto, pero tenían glamour, que es lo que no tenían los espectadores.

 

La masificación sólo quiere más de lo mismo, y especialmente el consumidor quiere verse reflejado en las pantallas. No quiere imaginarse, quiere verse; ésa es la diferencia. Las estrellas eran un producto, sin duda, pero entraban en una pantalla o en un salón y suspendían el aliento de los presentes. No juzgo; yo, como decía Guillermo Brown, sólo hago constar un hecho. ¿No hay mitos? Lo más parecido hoy quizá sea una Sigourney Weaver, el resto parece un interminable procesión de colegialas arregladas. Actores o actrices admirables sigue habiendo, es una línea que se mantiene constante, pensemos en Kevin Spacey o Julianne Moore; pero estrellas... El cielo se ha desplomado sobre nosotros. O no necesitamos mitos o, lo que sería más doloroso, ya no sabemos lo que es un mito.

 

El País, lunes, 7 de enero de 2002





COMENTARIO


 1. TEMA.

 

El autor lamenta la pérdida del glamour en el panorama cinematográfico actual, como consecuencia de la repetición de estereotipos vulgares que imitan, sin imaginación ni encanto, los esquemas de la vida real.

 

 2. ESQUEMA DE LA ESTRUCTURA.

 

Partiendo de una idea (o tesis) inicial, el autor la argumenta apoyándose en el contraste entre dos épocas y a través de numerosos ejemplos. Finalmente, concluye con la misma idea inicial, de modo que el texto adquiere una clara estructura circular. Veámoslo:

 

1. Tesis o idea principal: en la actualidad ya no hay verdaderas estrellas de cine (1-4).

 

1.1. Motivo de la reflexión: el panorama cinematográfico actual es insustancial (1-3).

1.2. Causa del fenómeno: han desaparecido las estrellas (3-4).

 

2. Argumentación.

 

2.1. Análisis y valoración del pasado (4-13).

2.1.1. Análisis y valoración de las estrellas de entonces (4-9).

2.1.1.1. Ejemplos de aquellas estrellas (4-6).

2.1.1.2. Distinción entre buenos actores y auténticas estrellas (6-9).

2.1.2. Análisis y valoración de los tiempos pasados (10-13).

2.1.2.1. Es cierto que era un mundo ficticio, falso (10).

2.1.2.2. El glamour distinguía a unos pocos elegidos (10-13).

 

2.2. Análisis y valoración del tiempo presente (14-26).

2.2.1. Análisis y valoración de las estrellas actuales: son efímeras y sustituibles (14-18)

2.2.2.1. Ejemplos de estas estrellas (14-18).

2.2.2. La causa de este cambio es la aceleración del presente con respecto al pasado (19-26).

2.2.2.2. Los artistas modernos responden a necesidades simples y representaciones inmediatas, y por eso son tan fugaces (19-21)

2.2.2.3. El culto actual a la velocidad y a la prisa provocan que no perduren ni los sueños ni los símbolos (21-26).

 

2.3. Comparación entre el ayer y el hoy (27-36).

2.3.1. Hoy se confunden las actrices; son estereotipos (27-28).

2.3.2. Antes las estrellas eran mitos; ahora son iguales a los espectadores (28-30).

2.3.3. Interpretación de la diferencia entre ambas épocas: aunque tanto entonces como ahora las estrellas son un producto del mercado, al menos las de antes tenían glamour (31-36).

 

3. Conclusiones. Se retoman ideas semejantes a las del principio (36-41).

 

3.1. Afirmación de que en el cine actual hay buenos actores, pero no mitos (38-39), por dos razones:

3.1.1. Porque no los necesitamos (40).

3.1.2. Porque desconocemos el concepto de mito (41).

 

[Nota importante: las referencias al número de línea no corresponden con las del texto de la página 1, por desajustes producidos al cambiar el dispositivo de impresión. El profesor deberá tener en cuenta este factor a la hora de preparar o entregar el comentario a los alumnos]





3. TIPOLOGÍA TEXTUAL JUSTIFICADA.

 

El presente texto, Adiós, ‘glamour’, de José María Guelbenzu, es un artículo periodístico de opinión. En correspondencia con este género, la tipología predominante es la argumentativa, dado que la intención del autor es trasladar al lector su particular y subjetiva valoración de cómo ha cambiado la percepción actual respecto de las estrellas de cine y de los mitos; el glamour distinguía a las estrellas del pasado y ahora falta algo en las “efímeras” y “sustituibles” figuras del presente. La intencionalidad del autor se ve reforzada con marcas lingüísticas propias de la tipología argumentativa:

 

·         Utilización de la primera persona del singular (“dejo”, “estoy pensando”, “solo les puedo responder”, “no diré”, etc.).

·         Empleo de verbos y diversas fórmulas que revelan opinión (“me temo”, “no diré”, “no dejo de pensar”, “les puedo responder”, “ya no sabemos”, etc.).

·         Preguntas retóricas que llevan implícita la respuesta (“¿También cambian los sueños?”, “¿Democracia? ¿Igualitarismo?”, “¿No hay mitos?”).

·         Presencia de la adjetivación modalizadora, de carácter valorativo y subjetivo (“efímeras”, “sustituibles”, “admirables”, “doloroso”, “fugaces”, “repetitivo”, “insustancial”).

·         Léxico cargado de connotaciones (“glamour”, “estrellas”, “símbolos”, “mitos”, “la reina”, “la que manda”, “masificación”, “consumidor”, “compraventa”, “modelo”, “espejo”, “interminable procesión de colegialas arregladas”, “intercambio urgente”, etc.).

 

Se puede afirmar, por tanto, que nos hallamos ante un texto con una fuerte carga modalizadora, en el que prevalece la función conativa (recordemos que, como texto argumentativo que es, pretende convencer al receptor), fuertemente reforzada por la expresiva (preguntas retóricas, adjetivación modalizadora, léxico connotativo, etc.).

 

 

4. Características lingüísticas :

 

Habría que comenzar diciendo que tanto el tema elegido como el género textual condicionan en gran medida el tratamiento y el enfoque dados por el autor. Éste, estimulado por un arranque nostálgico y desde una rotunda defensa del especial encanto y fascinación que las estrellas de antes (las de ahora apenas lo logran) despertaban en el público, critica la pérdida del mito y la pobre sustitución del glamour por el “puro ejercicio de la compraventa”. Para ello, no solamente nos ofrece su punto de vista, sino que también da cabida a otras voces: “Ahora que ... especiales”, “Cómprese ... si no”. Así, desde el principio, el emisor modelo va perfilándose como una persona de cierta edad (sus gustos y preferencias así parecen demostrarlo en varios pasajes del texto), cinéfilo (recurre a numerosos ejemplos de actores y actrices), sugestionado por la magia del gran Hollywood de otros tiempos, que permitía soñar y evadirse de la anodina realidad, y, por último, observador agudo de la actualidad, la cual sigue bastante de cerca, como demuestran sus referencias a actores y artistas de la más reciente actualidad.

 

A veces el registro utilizado, por lo general cuidado, elaborado, permite al receptor inteligente ver el dardo sarcástico, despectivo, que Guelbenzu lanza contra el espectador mediocre, que no ambiciona sueños y no espera nada distinto a lo que es su propio reflejo. Es en estos casos cuando oímos la voz más directa y coloquial del autor: “no hay dos Lou Reed, pero... fugaces”; “no diré que confundo a ... otra”; “También era ... Dietrich!”; “estrellitas actuales”; “más o menos, me da lo mismo una que otra”; “el cielo se ha desplomado sobre nosotros”; “colegiales arregladas”, etc. A través de este procedimiento, el emisor modelo se aproxima al receptor modelo, el cual queda definido como un lector cómplice con los gustos y apreciaciones de aquél. No es fácil que un lector adolescente coincida con este receptor modelo, y ello por varios motivos: en primer lugar, porque las valoraciones sobre las estrellas de antes exigen cierto grado de conocimientos cinematográficos (concretamente sobre el cine norteamericano), que los jóvenes raras veces poseen, y, además, porque dichas valoraciones están asociadas a un tipo de gustos, reconocimientos y disfrutes que no son los más frecuentes en la juventud de nuestros días (“¿Qué estrellas?”). En segundo lugar, porque el paso del tiempo ha ido cambiando los gustos. Y, por último, porque el autor utiliza un término –glamour–, que subraya el distanciamiento, es decir, lo que tenían de diferentes, de inalcanzables y, por lo tanto de deseables, las estrellas “glamourosas” de antes. La elección de este préstamo (o xenismo) de origen francés es acertadísima para quien, como el autor, ve en el galicismo una carga connotativa (exclusividad, elegancia) que convoca indudables resonancias de otras épocas y otros valores; es seguro que aquí el código castellano hubiera cumplido deficientemente con el concepto. Por otra parte, Guelbenzu ha sabido aportar ejemplos muy actuales y referencias quizás más conocidas para el lector joven (la mención del suplemento Tentaciones, la relación de actrices contemporánea, reconocidamente atractivas) en un intento inteligente de comparar “objetivamente” los hechos y convencer: “No juzgo... hecho”.

 

El emisor adopta un enfoque de irónico distanciamiento respecto a la época actual, visible en expresiones como “hoy todos los ombligos van al aire” o “puro ejercicio de compraventa”; en cambio, su enfoque del pasado está presidido por el acercamiento afectivo y sentimental: “el mundo de las estrellas”, “el firmamento del cine”, “esos elegidos”. El contraste entre ambas épocas queda reforzado, de manera muy elegante, por dos elementos intertextuales que a buen seguro forman parte de la experiencia biográfica del autor. El primero es muy claro –la cita de una frase de Guillermo Brown, el protagonista de las novelas infantiles de la escritora inglesa Richmal Crompton–; el segundo –“el cielo se ha desplomado sobre nosotros”, que nos recuerda el leitmotiv favorito del jefe galo Abraracúrcix, personaje fundamental en los cómics de Astérix y Obélix–, puede no ser tan evidente (cabría interpretarlo también como un simple chiste, motivado por la aparición inmediatamente anterior del sustantivo “estrellas”). La intertextualidad, en cualquier caso, revela el verdadero significado de las preferencias del autor, al conectar el mundo del cine de hace treinta años con experiencias lectoras que (probablemente) dieron forma a su educación sentimental[1].







Recursos que dan coherencia al texto ( sintaxis, marcadores y conectores discursivos, figuras o recursos literarios o estilísticos, )




 Podríamos decir, pues, que el texto se configura en torno al procedimiento estilístico de la antítesis, la cual se constituye mediante muy diversos recursos:

 

·         Contraste de los tiempos verbales: la época del glamour se evoca mediante diversas formas verbales de pasado (“fue”, “era”, “eran”, “lucían”, “alcanzaron”, “tenían”, “distinguía”, “entraban”, “suspendían”, etc.), mientras que a la época actual, nada glamourosa, le corresponden tiempos presentes (“acusan”, “estoy pensando”, “caracterizan”, “resulta”, “manda”, “cambia”, “responden”, “van”, “favorece”, “permite”, etc.) o de pretérito perfecto compuesto (“han desaparecido”, “ha habido”, “ha desplomado”), que aunque indican pasado sitúan éste en una relación de mayor proximidad respecto al emisor.

·         Los elementos deícticos temporales también señalan de forma muy clara la alternancia entre los dos momentos temporales y las dos circunstancias estéticas de las que trata el texto: frente a los que evocan el pasado (“hace apenas treinta años”, “aquél[2]), otros marcan claramente el tiempo presente del autor (“ahora”, “de hoy”, “ahora”, “culto actual”, “estrellitas actuales”, “hoy”).

·         En este mismo sentido puede analizarse la abundancia en el texto de estructuras sintácticas adversativas (la conjunción pero aparece ocho veces) y concesivas (aunque aparece una vez), que sirven para expresar los contrastes de hechos, ideas y opiniones. Veamos algunos ejemplos donde la oposición es transparente: “no hay dos Lou Reed, pero hay centenares de Britneys Spears”; “el culto actual a la velocidad, a la prisa, al logro urgente, favorece el intercambio urgente, pero no permite el tiempo de reposo que necesita un símbolo;”también era un estereotipo la rubia, pero ¡vaya si se distinguía a Lana Turner de Marlene Dietrich!

 

También los recursos léxicos favorecen la cohesión textual. El principal de ellos es la presencia de un campo semántico muy coherente, que se podría definir como el del mundo del cine (“remakes”, “efectos especiales”, “personaje”, “glamour”, “pantallas”, “repertorio”, “la rubia”, “espectadores”, “salón”, etc.), con un elevado peso específico en la selección léxica. En la configuración de este campo semántico es esencial un caso de la relación hiperonimia-hiponimia: me refiero, claro está, a la que existe entre el hiperónimo actor/actriz y sus hipónimos (la veintena de nombres propios de actores y actrices que se citan a lo largo del texto). Por otra parte, la repetición del sustantivo estrellas (aparece en no menos de doce ocasiones) es otro aspecto fundamental de la cohesión léxica, no sólo por su abrumadora recurrencia, sino porque en torno a él se concentra un conjunto de significados históricos, culturales y estéticos (los que evocan los nombres de actores y actrices), así como interesantes muestras de desplazamiento metafórico (“firmamento del cine”, “lucían”), chistes (“el cielo se ha desplomado sobre nosotros”), aspectos connotativos (el adjetivo “fugaces”, que aquí adquiere un doble sentido, pues no sólo denota lo efímero de los intérpretes contemporáneos, sino que se asocia connotativamente al hermoso fenómeno de las “estrellas fugaces”) y diminutivos claramente despectivos (“estrellitas”).

 

 

6. COMENTARIO CRÍTICO.

 

Es difícil no estar de acuerdo, en términos generales, con José María Guelbenzu, no sólo porque, en efecto, su diagnóstico de la situación del cine actual es bastante atinado, sino porque el novelista madrileño practica aquí una suerte de meditación nostálgica (“cualquier tiempo pasado fue mejor”, que diría Jorge Manrique), que siempre suele obtener buenos réditos, ya que apela a ese fondo melancólico que en toda persona adulta se va formando con el paso del tiempo y con la decantación inevitable de las experiencias de la vida.

 

Por otra parte, el análisis de Guelbenzu no toca un tema tan superficial, tan “frívolo”, como pudiera parecer a primera vista. Los tres párrafos finales establecen una relación entre la evolución del mundo de las ficciones cinematográficas y algunas tendencias claves de nuestra sociedad contemporánea. Guelbenzu pone de relieve el sentido profundo de la pérdida del glamour, su carácter de símbolo social y cultural; no se trata de un fenómeno de igualación democrática, que tal vez fuera saludable e incluso plausible, sino de una consecuencia más de la sociedad materialista en la que vivimos, cuyos ciudadanos son incapaces de aceptar el mito, el símbolo, el ejemplo de los mejores, y en cambio en congratulan en la identificación con lo banal y lo mediocre.

 

En todo caso, el enfoque nostálgico de Guelbenzu, tan intensamente subjetivo (la selección de actores y actrices que él practica no se debe a otro criterio que el del libérrimo gusto personal) puede combatirse en sus mismos términos. ¿O es que acaso no sobrevive el glamour de los dorados tiempos de Hollywood, eso sí, transformado, actualizado, adaptado a las características de una sociedad más escéptica y descreída que la de hace cuarenta años, incluso en el terreno mundano de la “adoración” a las estrella cinematográficas? También hay glamour en un Harrison Ford, en un Sean Connery –a quienes algunas encuestas consideran el hombre más sexy del mundo-, en una Michelle Pfeiffer, en una Julia Roberts, en la hermosa Nicole Kidman, que recuerda con su porte elegante y distanciado a Grace Kelly, quien encarnó hasta tal punto la expresión del glamour que acabó por contraer matrimonio con un príncipe de Mónaco.

 

Además, el glamour, como los buenos vinos, necesita un tiempo de maduración, de reposo. El inolvidable Cary Grant, a quien Guelbenzu cita en primer lugar de su lista de actores con un aura especial (y, probablemente, no haya elección más certera), no logró afianzar su carisma y su magnetismo en su primera película. A Gwyneth Paltrow o a Cameron Díaz les quedan todavía mucho tiempo y filmes por delante. Es muy probable que dentro de treinta años cualquier articulista vuelva la vista al pasado y compare nostálgicamente el brillo de estas dos estrellas con la mortecina vulgaridad de las starlettes de su propia época.

 

 

 

 

 

 

Este Documento pertenece a la plataforma Lengua en Secundaria.com que dirige Eduardo-Martín Larequi García.





[1]. José María Guelbenzu, novelista, articulista y editor español, nació en 1944; sus años de formación coinciden, por tanto, con una época en la que el llamado star-system de Hollywood ya estaba de capa caída. No obstante, todos los actores y actrices que cita en el primer párrafo estaban vivos durante la juventud y madurez del escritor, lo que le ha permitido una identificación  afectiva más duradera y permanente que si se hubiera tratado de meras figuras históricas.

[2]. El pronombre demostrativo aquél puede ser considerado tanto como un elemento deíctico (si suponemos que evoca el tiempo pasado), como anafórico. Su referente textual sería en tal caso “el mundo de las estrellas”, rememorado por el autor en el primer párrafo.

 
El REPORTAJE

https://cmplenguayliteratura.wordpress.com/curso-0809/3%c2%ba-eso/1%c2%aa-evaluacion/contenidos/el-reportaje/