23 de Abril de 2018: 75 Aniversario de la publicación de El Principito |
http://fomentodelalectura.mecd.gob.es/actualidad/noticias/dialibro2018.html
https://www.diadellibro.eu/dia-del-libro-2018
_Y puesto que este año conmemoramos el 75 Aniversario de la publicación de El Principito, podremos disfrutar acercándonos a esta obra universal ( la segunda obra más traducida en el mundo, después de La Biblia ).
Leamos un artículo de opinión sobre esta conmemoración:
https://www.elperiodico.com/es/opinion/20180402/el-principito-los-75-anos-de-un-clasico-para-ninos-y-adultos-6730139
Una amplia información sobre la obra:
https://es.wikipedia.org/wiki/El_principito
Las frases más hermosas de la obra:
https://www.pinterest.es/pin/545850417313425116/?lp=true
Si quieres leer algunos fragmentos de la obra, pincha en el enlace siguiente:
https://poetasdelfindelmundo.com/narrativa/el_principito-antoine-de-saint-exupery/
Para leer la obra completa en PDF :
http://web.seducoahuila.gob.mx/biblioweb/upload/Antoine%20De%20Saint-Exup%C3%A9ry%20-%20El%20principito.pdf
Os invitamos a leer un fragmento muy bello y muy conocido: ( después de leerlo, podemos comentarlo en clase)
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XXI
Entonces apareció el zorro.
-Buenos días -dijo el zorro.
-Buenos días -respondió cortésmente el principito, que
se dio vuelta, pero no vio nada.
-Estoy acá -dijo la voz- bajo el manzano...
-¿Quién eres? -dijo el Principito-. Eres muy lindo...
-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo -le propuso el Principito-.
¡Estoy tan triste!...
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-. No estoy
domesticado.
-¡Ah! Perdón -dijo el principito. Pero, después de
reflexionar, agregó:
-¿Qué significa «domesticar»?
-No eres de aquí -dijo el zorro-. ¿Qué buscas?
-Busco a los hombres -dijo el Principito-. ¿Qué
significa «domesticar»?
-Los hombres -dijo el zorro- tienen fusiles y cazan.
Es muy molesto. También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas gallinas?
No -dijo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa
«domesticar»?
-Es una cosa demasiado olvidada -dijo el zorro-.
Significa «crear lazos».
-¿Crear lazos?
-Sí -dijo el zorro-. Para mí no eres todavía más que
un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco
me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros.
Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí
único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...
-Empiezo a comprender -dijo el Principito-. Hay una
flor... Creo que me ha domesticado...
-Es posible -dijo el zorro-. ¡En la Tierra se ve toda
clase de cosas...!
-¡Oh! No es en la Tierra -dijo el Principito. El zorro
pareció muy intrigado:
-¿En otro planeta?
-Sí.
-¿Hay cazadores en ese planeta?
-No.
-¡Es interesante eso! ¿Y gallinas?
-No.
-No hay nada perfecto -suspiró el zorro. Pero el zorro
volvió a su idea:
-Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me
cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro,
pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un
ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen
esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una
música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para
mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien
triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado,
¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del
viento en el trigo...
El zorro calló y miró largo tiempo al Principito:
-¡Por favor... domestícame! -dijo.
-Bien lo quisiera -respondió el Principito-, pero no
tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
-Sólo se conocen las cosas que se domestican -dijo el
zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a
los mercaderes. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no
tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!
-¿Qué hay que hacer? -dijo el Principito.
-Hay que ser muy paciente -respondió el zorro-. Te
sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de
reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos Pero, cada día,
podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente volvió el Principito. -Hubiese sido
mejor venir a la misma hora -dijo el zorro-. Si vienes, por ejemplo, a las
cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la
hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto;
¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca
sabré a qué hora preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
-¿Qué es un rito? -dijo el Principito.
-Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-.
Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días: una hora, de las
otras horas. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. El jueves bailan
con las muchachas del pueblo. El jueves es, pues, un día maravilloso. Voy a
pasearme hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los
días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se
acercó la hora de la partida:
-¡Ah!... -dijo el zorro-. Voy a llorar.
-Tuya es la culpa -dijo el Principito-. No deseaba
hacerte mal pero quisiste que te domesticara...
-Sí-dijo el zorro.
-¡Pero vas a llorar! -dijo el Principito.
-Sí-dijo el zorro.
-Entonces, no ganas nada.
-Gano -dijo el zorro-, por el color de trigo. Luego,
agregó:
-Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás que la
tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un
secreto.
El principito se fue a ver nuevamente a las rosas:
-No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada
aún -les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois
como era mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo
le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron bien molestas.
-Sois bellas, pero estáis vacías -les dijo todavía-.
No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi
rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto
que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse
bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con el biombo. Puesto
que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron
mariposas). Puesto que es ella la rosa a quien escuché quejarse, o alabarse, o
aun, algunas veces, callarse. Puesto que ella es mi rosa.
Y volvió hacia el zorro:
-Adiós -dijo.
-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy
simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el Principito,
a fin de acordarse.
-El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa
sea tan importante.
-El tiempo que perdí por mi rosa... -dijo el Principito,
a fin de acordarse.
-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-.
Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has
domesticado. Eres responsable de tu rosa...
-Soy responsable de mi rosa... -repitió el Principito,
a fin de acordarse.
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Alguna direcciones de interés para conmemorar el día 23 son las siguientes:
http://www.elmundo.es/cultura/literatura/2018/04/19/5ad60b0846163f37148b45e9.html
( artículo del periódico El Mundo)
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